Contar hasta tres, no salen. Hoy no saldrán.
 Se ve que le temen a la humedad, hoy hace frío y el soplo efímero de una brisa las podría congelar.
 Contar de nuevo, nada. Esperan dentro, amotinadas, revolcadas en el 
duro cristal. Se chocan unas contra otras, las puedo oír, puedo oír el 
suave murmullo de su penitencia organizada. Temo por el olvido, la peor 
de las epidemias.
 Contar, contar, silencio. Ninguna se asoma.
 Intuyo que le temen a la caída, altruista acto de entregarse al vacío.
 Contar, ya en vano. No saldrán. Pero con que fuerza las siento, 
náufrago mar dentro mío.  Contar, y no. Estarán de huelga, la huelga de 
la esperanza,
  la genuina idea de no caer,
  ya no caer más.  
 
 B.C