martes, 14 de julio de 2009

Equilibrio




Detrás de dos gotas que caen por la ventana, hay un mini mundo sosegado por todo este otro mundo real.
AL otro lado de la mente, hay un cuenco que respira mutado dentro de un jazmín que huele a jardín.
En medio de un corazón dibujado, hay un gemido de locos que se nacen de amor locamente.
En mis manos que bailan solitarias, hay otras manos que piden ser llevadas por sus propios pies.
En estas palabras tal vez, se encuentren dentro otras minúsculas palabras que relean todo este decir.

Crónica del festejo

Los dioses sin sexo allá arriba se amaron. Se frotaron sus cuerpos, se dijeron bazofias imponentes, se regalaron ofrendas interminables.
Pasaban días y noches recitando palabritas y palabras bien grandes que iban soltándose por los cielos y los mares. De a poco esas palabras no entraban en el cielo, entonces se fueron divisando hacia otros mundos y otras ventanas.
Una hermosa palabra como plenitud fue a parar a la ventana de Juno, y otra mas revoltosa como locura se plasmo sobre el pecho de Fermín. Sin saber ninguno del otro, estas palabras fusionadas y embarazadas dieron lugar a los amantes. Con ellos a otros planetas, y otros mundos, y a otras tantas ventanas.
Y estas al abrazarse como bien habían donado esos dioses despiadados, sin saber siquiera que transmigraron vida, dieron agua y fuego, viento y tierra a todas las otras palabras de los muchos mundos mundanos.
Y así se armo una revuelta en esta vida,
y así se festejaron los decires en este universo.
Retazos III

Al desaparecer la sombra que te sigue, se esfuma el viento apacible.Al ver tu voz morir en mí lloran los árboles y las sabias. Parece raro este andar sin camino, pero al fin allí esta tu luz.
Descalzo de cuerpo te vas pausadamente y no ves quizás que dejas en tu andar, la calma que respira por si sola.
No ves en mí la palabra que te nombra.

lunes, 6 de julio de 2009

El viajero y la intérprete




Hay un lado de la mente que perdura en el ayer, como hay un árbol que sostiene un pájaro.
Hay un camino sinuoso ausente de ser transitado, y mil jaulas encerradas. Para ser abiertas, para ser libres fisuras.
Una canción olvidada en una partitura, algún perro vagabundo, alguna anciana revivida en el pasado, envejeciendo hacia atrás.
Y hay también un hoy, hay mañana.
Hay otro lado de la mente que transita el momento, como hay otros barriletes surcando un mismo cielo.
Hay ventanas abiertas en sueños ajenos y cuentos recitados sin finales para quien los lea viva ese instante avivado de alguna vigencia.
Hay una voz que se entrega a la aurora y una danza eterna.
Esta el viajero para recorrer el cauce del río y la interprete para sobrevolar esos viajes que no debemos olvidar.

Ausencia

En el brebaje de la mañana
te espero adormecida.
Mientras vuelan algunas sedas por la ventana que sopla abierta,
miro de reojo el reloj que se mueve inusual
por estas horas que pasan solas y se ríen de ser fugaces al tiempo.
En la contemplación del atardecer
te oigo respirar cerca mío.
Y despacio, por lo bajo, como un valscesito desvelado,
me acurruco en un hueco de la cama.
En la noche, que llega desafiante
no me animo a mirarte.
Simplemente me curvo con tu cuerpo,
y como si el tiempo y el cuarto no existieran,
me despliego por tus entrañas,
y reposo rebosada
de estos días
que solos
duelen de ser llevados.