jueves, 13 de noviembre de 2008

El universo II



Mujer: ¿vez aquel barrilete que se eleva por los cielos?
-El niño: si, lo veo radiante acercándose al sol
-Mujer: Ese barrilete es como los niños, como vos.
-El niño:....pero...yo no vuelo, ni mis manos llegan al cielo aun no soy gigante.
-Mujer: ¿gigante?...aja...No necesitas ser gigante para ser tan enorme y volar.
-El niño: no entiendo, ¿como podría yo alguien tan pequeño ser inmenso como la plenitud?
-Mujer: Hay una cosa que deberás aprender y retener. Los niños son como los barriletes que vuelan libres y fuertes como los gigantes. Los que ven lo invisible y lo sensible, distinguen que entre los bracitos de los niños, se asoman alas frondosas y espumosas, alas que pocos ven en este mundo tan chiquito. Alas que tienes tu ahora, y que algún día volaras como ese barrilete y llegaras hasta las nubes y dormirás y jugaras a vernos, acá...tan pero tan pequeños que tendrás que estirarte para no perdernos en lo inmenso del cielo.
-El niño: ahora entiendo porque a veces parece que mis pies cuelgan cada vez que me pierdo en el amanecer.

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