jueves, 13 de noviembre de 2008

Sueño de una primavera corta

Después del sueño y el calor, quisiera que esa tarde de correr por los cielos y pasearnos delante de los dioses nunca terminara. Pero la mente me ata a la rutina humana, y vuelvo del sueño. Y cuando estoy acá, ahora, todo parece ir más lento, el agua fluye con más hondura, los pájaros cantan como secreto, y los hombres ya no se murmuran sino se miran y se abrazan mas seguido. Todo lo que me rodea me recuerda a las noches de amor, a las peleas cortas, a las destendidas de cama y a los revoltijos de puro joder y reír. Y mas aun cuando siento que el viento me palpa la cara creería estar viéndome en un espejo y del otro lado una foto nuestra semi desnudos haciéndonos burla y preparándonos para fundirnos. Cuando me voy a la cama, prefiero no soñar, mutilo despierta, y recuerdo como los viejos, viajo por otros mundos y no regreso. Y después de eso, no creo que los sueños y la realidad se diferencien tanto a las noches en donde jugábamos a ser amantes.

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