sábado, 22 de noviembre de 2008

Libélulas


Por tus enaguas que me dejan ver a través de tus ojos, tu alma, tu levedad que se contempla por la sombra que se mueve, avanza y por momentos quieta me mira fijo, y sonríe, una sonrisa que esconde encantos y abrazos. Sigues bailando y te enredas entre tus pasos y no te importa si amanece porque la noche se ira contigo y habrá otro día que esperar para verte nacer y bailar.

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