martes, 23 de diciembre de 2008

Celebraciòn V



Y que tanto si digo basta y me saco este cuerpo pesado que me envuelve simultáneamente mientras comienzo el día.
Y que tanto si tiro mis días y el tiempo se rompe en pedazos violentos que van a parar por todos lados perdidos. La marea, los días, las horas, enroscada en mis promesas me desato de ellas y vuelo por todos los rincones de la inmensidad.
Que me importa a mi este yo, que me importa esa insoportable levedad, ese recuerdo letargo que me invade en las noches, que me importa a mi esos amores rotos, ese hombre en la esquina.
Si me importa por cierto, esta música gigante, ese pájaro por desequilibrar del hilito, estos dedos que se transforman en prosas, este cuerpo que sin ser mío me suelta para ser otro cuerpo que anda y fluye sin tocar el suelo, sin rozar el cielo.

Meditaciones

El hombre rencoroso termina por destruirse a si mismo.
Pensando, reviviendo, vuelve a torturarse. Camina por delante de si, no vive, su ego evoluciona y no hay entrega alguna, más que la estrafalaria estupidez de pensar que hay que atarse a lo que uno ama.
El hombre sin compromiso es al que mejor le va. No sigue al río, sino que camina con el. Libre de todo recuerdo, vive el hoy. Fluye y no se niega a la inmensidad. Se entra con el universo porque no espera nada.
El hombre pecador esta inmerso a un engaño constante. Esta ligado a un egoísmo inmenso entre un Dios superior y su infinita existencia de no saber por que peca.
El hombre creador es aquel que llega a su plenitud. Crea cualquier cosa, modifica, enseña. Es un maestro. Su esencia esta en hacer a otros plenos de si, sujetos desde adentro sin decir nada hasta que se llegue a ese viaje, sin planear, sin desear.
El hombre que desea, jamás puede viajar hacia su centro, esta en la espera de algo, conectado con su cabeza. Intensifica su soberbia y su ambición.
El hombre consiente, logra el entendimiento. Puede cuidar de los demás, sabe de donde viene, esta enraizado con el universo, con la tierra.
El hombre inconsciente de nada puede hacer. Coloniza y ataca. Compite por un beneficio. Tiene la cabeza demasiada atada a su cuerpo y solo crea un limite entre el y lo exterior.
La pena, el llanto, fluir, pecar elementos que matan o nacen a los hombres siempre para transformar, para trasmigrar.
Los hombres son algo extraordinario concluye ella mientras relee sus apuntes sobre el Zen.

Cine


era una gran nube viajera.
Una cosa que se movía de a poco.
El era el autentico letargo viajando en medio de un gran camino que no paraba.
Observaba al mundo, como bien sabia que el mundo lo observaba a él; no le importaba lo dicho o lo perdido, simplemente disfrutaba de deleitar imágenes y fugitivos danzarines.
Pasando, vagando, penetraba todo alrededor.
Un día me observo y me capto.
Desde ese día entonces no deje de ser aquella saga vivaz, aquel espectáculo eterno dentro de esa gran nube en pausa, en medio de tanto caótico que anda por ahí.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Vuelos


Por sus labios tan crueles que me hacen temblar, por sus cuenteríos cortos que solía oír saliendo de su boca, contando azares y supuestos graciosos. Por la gracia que me provocaba levantarme cada mañana y ver un cuerpo junto al mío, ambos fallecidos de noches revoloteadas, revolucionadas, requebrantadas.
Por el canto y por el encanto. Y más al costado, las sábanas vuelan por entre nuestras piernas viajando a fugaz sin dejar rastro de nada, un efímero momento, algo simultáneo que nos pasó y no queremos volver a recordar.
Despacito se oyen los silbidos del día, despacito sale el sol y los diarios. Pero nosotros no estamos en la cama agazapante. No se huele a crimen hoy.
No hay huellas ni rastros.
Entran ellos como si nada, se sirven unos mates y hablan cosas cotidianas. El día allá parece como todos los otros días. Mientras nosotros de dolor, de placer, ensangrentados de la inmensidad, nos preguntamos si fuimos algo ignorado, olvidado.
Así de a pedazos, en silencio, vamos juntando los restos de lo que nos queda, tus labios, mi corazón, tu lengua y la mía.
Entonces nos reímos y nos damos cuenta que ya nos somos cuerpo. Despacito como si nada, como si nadie hubiera dado cuenta de tal horroroso crimen, nos devoramos lo poco que nos queda y en ese instante invitamos a un rocambolesco orgasmo humano, y es exquisito, ese amor, ese crimen sin culpa.

Corto

Andamos apurados por estos mares de sal.
Andamos sin vernos y es cosa de siempre que nos tomemos las manos y dibujemos un gran círculo.
En el gran centro, en el gran medio se dibuja una intemperie,
entonces salimos del mar.
Vos te vas al sur,
yo me entro en vos.

El Universo V

De una constante frescura de nardos,nace el resplandor del tiempo.Se festeja, se come y se bebe...huele en el aire a mujer, y piel mojada...cubierta de rocío y de gotas sutiles.Allá dentro de capullos de algodón, se abre un colchón de palabras y frases contentas que gimen y hacen luz...y calor.
De sus pelos suaves que son brisa,se oye un cantar alegre y de su blancura irradia un paisaje que todos embobados nos quedamos mirando un rato largo,hasta que Venus sale y nos mira a todos,nos dice plegarias que se transforma en paz y poco a poco vamos separándonos de a dos para fundirnos y recomenzar.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Hábitat


Hay un cuerpo sobre la hierba.
Hay un río entero y frenético. Unos suaves pelos que guardan añares.
Un lerdo gesto a brisa, que sopla sobre los hombros y mutila en la ultima vértebra de tu cadera.
Mi abrazo en tu pecho, en tu centro. Una cobija, un manto de decires, unas manos fuertes que toman tu silueta y la llenan
de palabras y de besos despacitos.
Aquellos amores de tantos, que de tan profundos, de tan hondos se vuelven una gran mujer.
Una mujer que guarda un escondite precioso.
Un gran laberinto,
el más perfecto refugio.

Fotografías VI


Ese espejo es mío.
Ese reflejo es mío, y es tuyo. Hay una llamarada que nos separa de esa visión amplia, de horizonte muerto. Una continua siesta que nunca termina, o que tal vez empieza con tu columna, con tu pecho y al fin con tu escultura corpórea.
Ese cuadro perfecto, esa cosa viva que nos vislumbra de los demás que se mueven rapidito, a vals.
Entonces cuando te veo, me veo y ya no hay espejo, ni reflejo, ni siquiera esa molesta pero vivaz llamarada que nos distancia del tiempo. Ahí estas simplemente; quieta en el recuerdo; en papel suave a claroscuro.
Cromado de ayeres y de mañanas.

XIBALBA (*)



Dicen por ahí que anda un diablo que se come la felicidad y la buena vida de los demás. No hay mas nada que se tema tanto como este siniestro hombrecito mitad humano, mitad del fuego. Se dice también que se cayó de un infierno lejano en el que era rey y voz; y que de ahí quedo medio malo, medio perverso y medio apagado. Es así que junta amores nuevos, embarazos, ventas, dinero fácil, vacaciones y recién recibidos de universidad, cree que así se va a encender un poco y va a volver de donde vino; para ser otra vez espanto de aquellos tiempos, temido por estos tiempos.
Se robo los carnavales, y los colores de las ceremonias, el año nuevo, la vida nueva, las ofrendas a los dioses y los primeros besos de los novios.
Se dice que ya no hay alegría y candombe, hay pena y tristeza, lluvias grises y sequía. Hasta ahora nadie se le animo a este diablillo que roba las fiestas por eso no para hasta estar lleno de ello. Digo yo que hasta el día que se junten coraje y el orgullo suficiente, saludemos al diablo con sumo respeto y se le diga buen provecho.


(*)Para los mayas del Yucatán era el diablo, para los mayas-quichés era la región subterránea habitada por los enemigos del hombre, era el Mundo Inferior o Infierno, y su nombre puede ser traducido como "Lugar del Espanto".Robaba las almas de los hombres.

lunes, 8 de diciembre de 2008


El universo me ha mostrado todo tipo de formas, de sucesos, de colores.El que mas me ha enseñado es la partida, los adióses,la transformacion...transmigrar.La vez que conocí al eco aprendí esto.
Lo jodido de las partidas, del eco. Hondo, lleno de uno, hueco.El eco repite lo que uno dice, no sangra, no lastima, no hay peleas, ni engaños.Uno va descascarand0se por fuera, arrancándose la piel, como escama.Pero por dentro todo se palpa, se mueve y arde.
Antes de que el eco me llame a su abrazo hueco, conocí el amor o creí haberlo conocido.Era cosa de todos los días, ese amor que invita a la lujuria, ese deseo insoportable que llega sin partir, que llega sin decir.Las risas, los abrazos, los roces, los silencios.Era hermoso ese amor,que se vestía de desnudez; pero me toco el paralelismo, el dolor punzante, ese juego de dos....de casi dos.
-Hay algo que se mueve allí debajo, al ocaso.No veo,pero siento,y eso me hace verlo.
Se va formando,se desliza,se achica,junta vacío y vuela.Esta desplegando algo que me da vergüenza de verlo,parece danza,canto.Muchos colores suelta y forma figuras y se vuelve a agrandar y se hace como miga de mar y se vuelve a desplegar y comienza de donde nació.Ahora estoy ciego,ciego de belleza,me vienen las ganas de correr y desnudarme y fundirme....todo toca música,y la música se vuelve nosotros.
Aun no puedo verlo,pero comienza a moverse,tiene movimiento,entonces lo palpo,entonces todo tiene sentido,la vida
el despertar y la muerte.
Porque cuando hay vibracion y ondulación,lo blando,lo profundo,todo se vuelve como el panadero,viaja,flota y allá en el amanecer muere y vuela.

Corto

En el gran pozo, los dos se miraron.Fijos,quietos.
Esperaban la luz.
Y cuando hubo luz, se prendieron chispas y calor...
y así se inicio el primer fueguito.

Fotografías V

Llueve....llueve y el día prepara un ocaso abrumante.
El café reposa en la taza, las sábanas me cubren de espesura. Afuera todo parece empezar. Los canillitas en las esquinas, el grito de algún vendedor perdido, los primeros funcionarios, las puertas que se abren.
En la diagonal que muestra mi ventana los primeros escobillones y los baldazos de agua comienzan su acto vespertino. Todo despierta así en las calles, en el paisaje exterior. Yo, adentro, me desperezo entre los capullos y tomo sorbos de café tibio.
La música sopla una ráfaga que despliega cánticos y bailo lento y coordinado, mientras me desenvuelvo de entre las sábanas. Voy hacia el espejo cantando coplas despacito y sonriendo por los pasillos largos de la casa antigua que huele a jazmines y te de tilo. Me paro frente al espejo, tomo mi bolso cotidiano, y dentro de el un corazón latente que respira y se mueve impaciente.
Salgo a la calle, salgo al día. Me hundo entre ese humo de mañana, entre esa gente que no se detiene, salvo por aquellos que se detienen a ver los detalles que pocos logramos encontrar, ese pájaro moribundo, las hojas que viajan con la brisa, la bolsa que flota en el aire impulsada prolijamente por el viento, el reflejo del charco, la lágrima del amante, las gotas que mueren al finalizar la vidriera.
Detalles de la vida minúscula, del universo que hoy me llevo a mi casa antigua, a los pasillos largos, a mi bolso, a devolverle a aquel bolso su corazón latente.

sábado, 6 de diciembre de 2008

La Bailarina


En lo alto de la duda lunar, de los cosmos enigmáticos, de las estrellas madres, de los soles radiales, de la música que suena, hay una mujer que canta penas, y que dice con el cuerpo. Movimientos vivos la acompañan y le susurran los compases vivarachos, los tiempos de pausa, los matices letárgicos. Vive allá, en donde la mirada de los despistados no llega, donde el suave calor es un hueco hondo y la alegría es cosa de todos los días, días festivos, día de pan, de augurio...Suave allá, la muchacha de leves dedos, de piernas largas, de rostro mojado y mirada mística se despliega por sus caderas; y de pronto no se distingue entre la partícula que flota en el aire y su figura que se quiebra y se arma en varias capas de pollera, en enaguas vivientes.
La bailarina de los cosmos, que vive a años luz de la tierra, es todas las mujeres juntas, las de acá y las de allá; las abuelas, las madres, las hijas y las nietas. Es esta bailarina una acróbata de esos suburbios galácticos, que nos resume a toda la dulzura femenina.

La vibrante fantasía

Mas que el recuerdo, era tortura y me daba escalofríos pensar que al noveno día de mi felicidad el partiría con sus valijas, y sus porquerías de trabajo, horarios y deshoras. Penaba silenciosa, y me fatigaba la idea de no poder decirle nada, que me ignore, que su beso solo sea una leve brisa, y su abrazo una sombra. Cocinaba, limpiaba, bailaba sola, sonora. Tomaba ya de mas, y me gustaba pasar largas horas tirada boca arriba semidormida, semi despierta y espiando el tren que pasaba por arriba, y ver efímeras caras y sonreírles...y creer que eran mías esas caras y saludarlas. La noche era un leve castigo, sola, desolada, esperaba los momentos y los pájaros para que llegues, calmo y con ganas de hacerme el amor...Pero eso era un sueño, un corto sueño dulce. Esta noche y las demás estaría sola yo...con un espejo en frente, desnuda de poemas....y arriba de la mesa un montón de papeles con historias que reviven nocturnas y me hacen creer que despierto a oscuras, que tengo un esposo y mil amores.

Corto


Siempre me dije que la mejor canción es la del alma.
Al final de las vertebras, al final de la muerte, un zumbido nace de adentro... un sonido canta y hace voz.
Siempre dije, la mejor música es la del cuerpo.

Celebración IV

Hoy propongo que miremos la función.
Que nademos por otros mares fugitivos, que seamos la pluma que sopla el viento.
Hoy quiero viajar a tu centro, quiero ser esa espiral que te gira al vacío.
Llenemos las bocas, llenemos los cuerpos. Seamos ese hueco que queda entre nuestros ojos.
Propongo que nos pongamos viscosos y miremos todo dos veces.
Amares dos veces, el tiempo dos veces, la luz y la noche.
Seamos nuestros invitados y festejemos nuestro mios y nuestros tuyos.
Abramos la ventana, abramos los abismos.

martes, 2 de diciembre de 2008

Fotografías IV

En el ocaso del amanecer, en los restos de la noche que hostiga con mi encuentro, en mis manos que tiemblan esperando hay una esfera de compasión y una debilidad cruel que insita. Todavía es primera hora de la mañana y el sol aun se besa con el agua y entonces forman un cuadro perfecto de mis días. En mi cabeza retumban muchos días y muchas deshoras y destiempo, merecidas del largo trabajo de apaciguado despertar; un continuo sin fin de paciencia. Me lavo la cara, me aclaro las ideas y dejo que mis ojos capten lo vivido, lo que ahora se esta moviendo en conjunto conmigo...una persecución del tiempo.
Entonces siento que mi cuerpo ya no es carne, ni un saco de piel ni nada que me nombra y que me forma. Estoy desnudo y apacible, ya no espero sino reposo y poco a poco soy lo que alguna vez fui o seré; quien sabe. Estoy dentro de la fotografía, soy vivaz y un retrato de aquel que me atrapó.

Edén


Por mi ventana se puede observar un jardín oculto, que solo yo veo porque creo en los mitos, en los cuentos de voz y las plegarias de los viejos que rodean el almacén por la noches y se bañan de vino .Allí se cuentan y se creen muchas historias, historias para contar e historias que quedan en la memoria y otras que son guardadas en lo mas profundo del alba. Mi ventana cuelga de los pies de un Dios abismal, que pocas veces viene a visitar, esta recubierta de jazmines y una parra que da uvas en verano, y da vino en los buenos tiempos. Yo soy la espía, la vigía de mis espejos cortinados, que se elevan un poco cuando el viento las acaricia y les hace cosquillas para que cante y susurre cantando.
Lejos del jardín, pasando un poco el amanecer comienza a asomarse la esquina dorada, refugiante, en la que siempre ame y fui amada .Allá jugaba poco, iba en soledades a leer cuentos, a bailar sola, a charlar con mis penumbras. Los árboles cubrían el espacio, y allí no había tiempo, allí la vida continuaba como continua en casi todos los mundos, inmensa y abstracta. Yo era la nena que esa esquina deseaba y era hermoso ser el universo que me llamaba y me besaba.
De regreso a casa, daba vuelta la cara que cubría de aires frescos y miraba una vez mas el jardín de fondo, los cánticos de una ventana que tenia vida propia y una esquina que redoblaba en un camino que se unía a una niña espía de nostalgias y encuentros, como casi todas las niñas de esa edad.

Primavera

Tus labios se posaron en mí, aquel día que los árboles y las viejas chusmas nos miraban. Para mí ese día fue el día que me nombraba, que me gritaba, que me guiñaba el ojo. El sol, el cielo, conjugaban prosas perfectas para nosotros, que éramos poesía y calma. Vos que eras mi musa, yo que era tu almohada jugábamos a mirarnos de cerca, tan de cerca, que tus ojos y los míos eran viscosos y uno solo. El verbo que nos nombraba no callaba, y las tardes eran eternas, y los perros ladraban y ambos corríamos para ver las puestas de sol, del horizonte y de sus brazos. Brazos que nos acurrucaba y nos hacia transpirar para que nuestros poros se abran y broten de ellos la mas hermosa flor, el narciso, nuestro propio reflejo, amor, pero de aquel amor que llueve y hace llover.

Oceánica


En la costa que brilla y en el ocaso del sol que perpetúa su resplandor, en el medio de estos dos hay un espejo intenso y rebelde, de un azul que zambulle peces y sales, reflejos y rumbos. Nace del horizonte que nadie alcanza a tocar y se intercala con bocas de ríos lagos perdidos, olvidados....Crece con gigantes de arena y algas y cambia su rumbo como cambia su marea cuando muere y cuando ahoga.
No puedo mirarlo, aturde, es una belleza cósmica y húmeda, inmensa. Hay movimiento y un lugar hacia dentro que me absorbe y me come...allí viajo donde su cuerpo no se deja ver, ni barcos, ni submarinos; solos estamos y se torna todo oscuro y la luz del sol se apaga lento. Y yo ya no respiro pero mi poco aire me deja deleitar las últimas visiones que hay debajo de aquel saco que abriga. Me detengo un segundo, tan solo me lleva un rato ver las sirenas que festejan y los peces que ululan contentos y cantan y preparan el ritual; allí lejano a la costa los dioses de agua sirven el fuego y dan vida y buen nacer.
Y yo hoy son un pez mas entre los muchos que andan y se pierden. Como entretejidos de este espejo rival, como hermosura espesa de espuma, de amares, de mar.

Pasajera

Nuestro amor no es un momento, ni un instante .Nuestro amor siempre fue una espera...larga y ardua, calma y pasiva. Nos amábamos sin conocer esa palabra, esa cosa minúscula de sentirse único, de vernos únicos. Éramos invisibles a los demás, no nos veíamos, ni nos veían, siempre esperábamos .No nos conocíamos, ni nos habíamos visto pero esperábamos. Con desesperación, o en plenitud de saber que al final íbamos a tocarnos y a besarnos quizás. Recuerdo que sin pensar en eso, ese día me miraba frente a un espejo y recorría poco a poco, me buscaba, me encontraba. Mamá se había dado cuenta de mi estado, estaba entre ansiosa y vivaz, pero mis movimientos eran letargos y siempre soñaba. Me acuerdo que soñaba con vos y luego de eso a la mañana siguiente mi cabeza se llenaba de recovecos en forma de preguntas, casi todas sin respuestas porque era inútil, yo no sabia de vos, ni vos de mí. El sueño se repetía, siempre el mismo; un ombú, la sombra dormida, un banco pintado con confesiones y vos parado mirando el cielo, buscando el dios que nos espía; luego siempre igual, yo caminando, con un libro desmenuzado y el pelo que se me volaba con el viento, que era suave y la brisa murmuraba un tanguito pegadizo. Después de eso despertaba y mis días continuaban como cualquier otro.
Fue la última vez que soñé y desperté amando y con ganas de ser amada. Quería conocerte, abrazarte y contarte mis ganas y mis ensueños. Nunca pasó claro, eras un pasaje, un dibujo vivaz que duraba poco. Este día relatado, fue el día que me perdí en una plaza que nunca había visto, no me acuerdo de donde venía pero me detuve a repasar una poesía sin vida, era lindo el lugar, lleno de recuerdos y tuve la impresión de ya haber estado, me resultaba conocido y sabía incluso el camino. EL corazón se aceleraba cuando me acercaba a un ombú que dormía en su sombra, luego cerca un banco pintado y reposando sobre él confesiones. Allí me detuve con ilusiones apaciguadas, allí te esperé, sabía que vendrías buscando al dios, y también para enamorarnos, porque no hacia falta conocerte, ya nos habíamos visto.

El Universo IV

No vamos con el viento, somos el viento
No caemos muertos, somos muerte y siempre caemos.
Amanecemos, y somos el amanecer
No llueve, nos llovemos por dentro.
Hay tierra y somos de barro,
hay soles y somos de día.
Seremos árboles y tenemos raíces,
y manos y seremos libres.
Repudio y encierro.
Efecto.
Nacemos y volvemos a nacer.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Fotografías III


Una anciana en el bosque.
El té que perfuma de tilo mi ventana.
Los ojos perfectos de un gato en el tapial.
La esencia que se eleva por las nubes.
Un viaje al sur.
Un amor roto.
La lágrima salada que viene del mar.
Las imágenes que capto, danzan solas y flotan por todas partes mientras yo las mutilo.

Engendro

¿Que habrá cuando despierte de la siesta vespertina, y mis manos sean parte de algo minúsculo, mis pies estén sueltos y disueltos por ambas partes de la tierra y mi piel redoblada y sangrante, no sea mas que aquel pedazo de saco que me abriga del horizonte en pausa?

martes, 25 de noviembre de 2008

HAcia aDentrO


me entro, me desperezo a lo grande, me estremesco con la intimidad.Espero y no espero nada, disfruto del vientre, calido y que abriga...me llevo momentos, artefactos de cariño, caras y gestos..algunos besos por pasatiempo.Hoy me llevo conmigo y juego a ser mi sombra, y juego a ser el espejo que me mira y me dice que la libertad es mi mejor compañia,hoy juego a ser yo y a ser nadie, a ser otro, a ser algo...
hoy soy....ser...y calma
llena de espacio..llena de universo.
hoy hay lugar.....

Celebración III


La sonrisa,
el vaso a terminar,
la mañana que saluda.
Los ojos de aquel gato,
el amanecer, que ama,
amar,
los amantes.
El café, la espuma del mar,
los peces y la divinidad.
La paz,la creatividad.
El arte,
el placer.
El fin.
Comenzando así la vida,para celebrar los días,para darnos cuenta que la música que solemos oír no es solo de los sueños.

Invierno

Silencio, porque el invierno duerme, en silencio va imaginando vidas y venires.
Venires, que alguna vez fueron cuerpo. Cuerpo y luz como Dios y agua.
Agua que cae; y cae que al alba desaparece.
Desaparece como estación, estación que es el ciclo de mi vida.
Vida que estoy aquí…
aquí que es hoy...hoy que soy un ser.
Ser que soy invierno;
Invierno.
Silencio.

Fotografías II

Hoy amanezco vestido de otro, de algo parecido a lo que fui. Simultáneamente hago esas cosas, esa cosa de cambiar de piel, de vida. Tomo prestado venires, azares, vinos, penas. Me convierto en una imagen mutilada de algo que me llama y me invita a ser parte del motivo que me lleva a vivir de diferente manera y a recitar diferentes palabras, sensaciones .Un calor espeso me hunde y viajo lejos de la nada, del olvido. Allá por donde poco se ve, donde se palpita lo inmóvil.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Libélulas


Por tus enaguas que me dejan ver a través de tus ojos, tu alma, tu levedad que se contempla por la sombra que se mueve, avanza y por momentos quieta me mira fijo, y sonríe, una sonrisa que esconde encantos y abrazos. Sigues bailando y te enredas entre tus pasos y no te importa si amanece porque la noche se ira contigo y habrá otro día que esperar para verte nacer y bailar.

Acertijo

¿A dónde van los barcos en naufragio?
¿Dónde termina el horizonte?
¿Dónde se esconden los finales errados?
¿A dónde parte la censura cuando llega?
¿Dónde están esas hojas caídas de otoño?
¿A dónde terminan su viaje esas lágrimas que caen?
¿De dónde viene el viento?
¿A dónde va la muerte? ¿Y la vida?
¿Dónde esta la borra del café?
¿Y los poetas anónimos?
¿A dónde van esas palabras?

El Universo III

Dentro de una gran nebulosa, radiante y lumínica hay varios peces que nadan sobre un espeso lago de recuerdos, tiempo y espacio. Los peces se dispersan en diferentes puntos y divisan a otro para mirarse y amarse hasta su fin, hasta que su memoria solo recuerde como despertaran mañana. Mientras en la nebulosa todo es calor y fulgor, afuera las ventanas se llenan de nieve y hace frío, y no hay peces solo caras y mascaras que andan rápido sin detenerse a mirar ni a ser mirados. Sin embargo hay algo que llama la atención de cualquier observador; aunque los peces andan por diferentes caminos y no se tocan, hay un momento, un efímero pasaje en el cual divisan el centro y allí todos danzan de a dos y están tan cerca que se chocan y se multiplican los peces y los colores, y ya no hay sexo, ni peces, sino unas manos leves pero fuertes que sostienen toda esta burbuja universal...unas manos madres, madre de todo lo que crea.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Fotografías I


Hay una distancia entre el mundo que veo y el del obturador. Una distancia de centellas y figuras, de dolor y de pasión. No se que despertara cuando vea la imagen quieta y reposando, que personaje, que cara tomara esa niña, ese paisaje, esas figuras vivas que dicen y piden. Piden ser tomadas por mí, que mi ojo vea, que toque lo que no se puede ver, lo que se ignora. Mas allá de mi lucidez aprieto el botón que me lleva a otros mundos,espejismo lo llamo, porque me muestra un reflejo de algo, de un momento, de un instante, pero diferente a de ser cuando cobra vida sobre el papel, porque ahí es cuando muere y nace, vive y cuenta...Sobre la quietud la fotografía pide que la revivan.

Los ojos

Una vez conocí un árbol que tenia ojos. Si, un árbol que veía, que dormía cuando se le cerraban y que gustaba mirar amores rotos, amores líquidos y amores que terminan con un final en donde desde el roce de las bocas salen chispas de sol y humos de colores. El árbol de la vuelta de casa, el de los ojos grandes, de corteza canela, que se tornaba como de un dorado intenso cuando caía el sol, ese mismo, me miraba cuando iba a la escuela, cuando volvía, hasta cuando jugaba a las escondidas me invitaba a refugiarme en sus ramas y a la noche me llamaba para cubrirme con su espesura y mostrarme la vista lunar mas hermosa desde el alto de los cielos.
Sufrí un amorío con el, sobre todo con sus ojos, era increíble como destellaban caminos y frutos, encuentros y escondites. Nuestro amor era de lo mas raro, de esos que no se ven a diario, pero poco importaba para nuestra vida de color radiante, jugábamos a quien contaba mas historias durante la noche de plazoleta ,quien se acercaba mas a las estrellas, a quien acariciaba mas el viento. Vivimos tardes, y primaveras, veranos...durante el otoño era cuando sus ojos mas me atrapaban, sus hojas no colgaban pero esas nebulosas de roble me hallaban en cada pena, en cada diluvio.
Fue el día que mas ame, el día que ambos ojos se posaron en mi como gaviotas sobre la cobija del mar, allí la transformación fue tan enorme, que sus ojos y los míos eran ambos del mismo color, del mismo grosor y hasta de la misma suavidad. Ese día le robé los ojos al árbol, y ahora soy yo la que a veces espera al viento, a los amantes, o a la niña que entra y sale de la escuela, y que dos por tres mira a los árboles como si escondieran gestos humanos.
Entonces puedo decir que una vez conocí un árbol que poseía la más hermosa visión de la vida y de las cosas.

Celebración II


¿Que hay debajo de esos labios húmedos y espumosos?...Una ráfaga intenta contemplar la figura que yace en el suelo. Yace como las hojas tiradas y los versos muertos; De oscuros pelos y mirada azul se acompaña de un paisaje seco y arduo. Tirada, sangrante, mutilada de olvido y estaciones pasadas y recuerdos ciegos...
Sus pies penetran en la tierra y sus manos señalan el cielo mojado, dentro de su rostro algo se mueve y quiere salir a fuerza y dureza...algo parecido a una semilla de sol, un signo de un siglo pasado que queda aun vivo y débil. Una creación tal vez, que desea visitar el día y la noche.
Entonces el cuerpo ya no es propio ni tiene nombre, y así frágil como descansa rompe la semilla y quiebra el suelo, poco a poco se va cubriendo de pasto verde, profundo. Pronto tendrá algunas raíces para convertirse en árbol, en prado y al fin en siembra.

La percepción humana


-capacidad poseedora, del mas exquisito secreto universal. Sinónimo de amar, de sentir y de palpar. Va conjugado a términos como muerte, movimiento, espacio y tiempo. La percepción humana, manda de muchas formas y sabores. Del mas gustoso café, al mas jodido amor...de ver el cielo; hasta jactarse de la persecución de las sombras. Muere cada vez que nace, y nace todas las mañanas, y los días y las noches. Como el agua que pasa por la tierra y absorbe, como los finales abiertos que dejan intriga, como la soledad que ahoga a los mal afortunados y como el mismo placer que arde y quema, la percepción es poseedora de los secretos mas abstractos del universo.-

lunes, 17 de noviembre de 2008

La distancia


Hay un vaso a medias, agua transparente y tinta que se forma en río. Sobre la mesa un corazón remendado en papel madera que llora o al menos lloraba desde hace un tiempo. Junto a la ventana estoy yo, quieta y cubierta de flores y sombra del nogal, desnuda pero abrigada del viento que me viene a susurrar cuenterios e historias mundanas sobre vos, que desde hace tiempo no te veo, ni te escucho.
Los cánticos me relatan nuestro encuentro, porque si lo hay se huele en el aire, que descansa sobre mis cabellos desparramados. Entonces me dice que hay música y cielos inexplorados y mas arriba un camino que me despierta de mis pensamientos y me lleva hasta tu casa.

Puesta de sol

¿Dónde termina el mar, y donde empieza el cielo?
De ese reflejo antagónico, de ese hilito que cuelga el horizonte. ¿Dónde se esconde el infinito?
¿A donde se fue el sol y los pájaros?, esos colores intensos, que dibujan un ocaso deslumbrante, perfecto... ¿de dónde vienen?.... ¿a dónde van?
Ese espejo surreal, trepado de los sueños, trepado de mis dedos suaves, y de mis ojos lluviosos. De mi boca roja, de tus labios tibios, esa creación... ¿A dónde nos lleva?
Aquel encierro del abrazo, aquel escape de los cuerpos...
¿Dónde estamos, que nos pasa, en que nos convertimos cuando nos amamos?
Esa puesta de sol que nos entreteje, que nos fusiona con el mar y nos ahoga de a poco, ¿a donde nos hunde?... ¿y que somos cuando nos perdemos en ese entretelar de sales y nos olvidamos del respiro?

jueves, 13 de noviembre de 2008

El universo II



Mujer: ¿vez aquel barrilete que se eleva por los cielos?
-El niño: si, lo veo radiante acercándose al sol
-Mujer: Ese barrilete es como los niños, como vos.
-El niño:....pero...yo no vuelo, ni mis manos llegan al cielo aun no soy gigante.
-Mujer: ¿gigante?...aja...No necesitas ser gigante para ser tan enorme y volar.
-El niño: no entiendo, ¿como podría yo alguien tan pequeño ser inmenso como la plenitud?
-Mujer: Hay una cosa que deberás aprender y retener. Los niños son como los barriletes que vuelan libres y fuertes como los gigantes. Los que ven lo invisible y lo sensible, distinguen que entre los bracitos de los niños, se asoman alas frondosas y espumosas, alas que pocos ven en este mundo tan chiquito. Alas que tienes tu ahora, y que algún día volaras como ese barrilete y llegaras hasta las nubes y dormirás y jugaras a vernos, acá...tan pero tan pequeños que tendrás que estirarte para no perdernos en lo inmenso del cielo.
-El niño: ahora entiendo porque a veces parece que mis pies cuelgan cada vez que me pierdo en el amanecer.

La lluvia

Me miraba horripilante, me devolvía una imagen atroz, despilfarrada .Formaba mi cara con barro y la exageraba, y también me mostraba mi fatiga y mi cansancio, mis deshoras y mis presagios.
Lloraba de rabia, de bronca, pero si quería golpearlo no podía me hundía en su espesor o se convertía en mayor o se multiplicaba como mariposa primaveral. Mientras yo me mojaba, me inundaba, el reflejo me mostraba un paisaje lejano, de cielos inexplorados, de desaventuras no vividas al azar como casi toda mi vida frenética...entonces yo ahí me enojaba mucho y gritaba y ya no quería pertenecer a esta piel, a este cuerpo vacío , hueco; mientras se me salía de los codos y de los brazos y caderas un olor inmundo, putrefacto y yo me derretía en el barro, en la espera, y la mirada dibujaba una sonrisa placentera de aquel charco miserable.

Eco


Palabras que incesantes desvelan mi intriga. Como llegar a la neurosis y revelar figuras y paisajes. Me siento a esperar su respuesta, pero el frío del vacío y el lugar llano que ocupa en mi memoria hace que la espera sea como la eternidad, que la imaginación baile y me cuente hazañas y desaventuras. Una vez soy el que espera, el que oye, el que mira con entusiasmo el hueco hondo que ocupa en mi alba. ¿Es que acaso se canso el abrazo de andar solo y vagabundo?, ¿se canso mi cuerpo de mutilar en el rincón, allá dormido y quebrado?.....quizás la muerte no dolerá, entonces el silencio será despacio y cuando muera, el eco no responderá mas...entonces ahí no debo dejar nada a la espera, solo que el mar venga a buscar mi sombra.

Sueño de una primavera corta

Después del sueño y el calor, quisiera que esa tarde de correr por los cielos y pasearnos delante de los dioses nunca terminara. Pero la mente me ata a la rutina humana, y vuelvo del sueño. Y cuando estoy acá, ahora, todo parece ir más lento, el agua fluye con más hondura, los pájaros cantan como secreto, y los hombres ya no se murmuran sino se miran y se abrazan mas seguido. Todo lo que me rodea me recuerda a las noches de amor, a las peleas cortas, a las destendidas de cama y a los revoltijos de puro joder y reír. Y mas aun cuando siento que el viento me palpa la cara creería estar viéndome en un espejo y del otro lado una foto nuestra semi desnudos haciéndonos burla y preparándonos para fundirnos. Cuando me voy a la cama, prefiero no soñar, mutilo despierta, y recuerdo como los viejos, viajo por otros mundos y no regreso. Y después de eso, no creo que los sueños y la realidad se diferencien tanto a las noches en donde jugábamos a ser amantes.

Sin Titulo


Y el diablo pasó un día furioso de perdidas...
Y nos tiro como piedras al alba...
Durante la caída íbamos juntas.
Y sin querer le pegamos bien fuerte al encierro.
Y ahora andamos de andares por todos lados.

martes, 11 de noviembre de 2008

NitiDEz

El tiempo que quiebra allá a lo lejos
El grito que permanece mutilado,
La lluvia que me lava el alma,
La espera que me danza solitaria.
El tiempo,el grito,la lluvia, la espera.
que danza solitaria
que lava el alma,
que permanece mutilada.
A lo lejos.
Quiebra...

CELEBRACION I

y el viento los va empujando a aquellas dos figuras de barro, que por silencio nacen y a danzarines se crean y se envuelven en una nebulosa de carne, y salen los huesos despiadados y los pelos punzantes y los ojos, las membranas que cubren el espeso de la sangre que nace de una flor pinchuda que al caer y cubrirlos grita fuerte y celebra।La celebración del nacimiento de estos dos cuerpos perfectos , macho, hembra..que encajan acorde y minúsculamente dentro del vientre.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Los abrazos

Llenamos los rincones del alma con estúpidos mensajes del la cabeza. Nos manda que decir y que sentir, nos llenamos con sus palabrerías de ultra voz y creemos que así regimos el cuerpo y a los cuerpos.Aun no hemos entrado en estado de conciencia y calma,tratar de despojar a uno de la cabeza.Vamos perdiendo eso tibio que nos queda y todo se convierte en inconciente colectivo.Ya se han olvidado que los abrazos son abrigos de la voz, y refugio de lo hondo y relleno de lo hueco. Los abrazos dicen.

viernes, 7 de noviembre de 2008

EL universo I

AL abrirse el último fruto del jardín, todas las personas fueron a ver. El fruto tenia forma humana y se notaba escrupulosamente el tajo al dejar partir la semilla. En ese hueco, herida abierta que miraba al cielo me llamo la atención que sangraba levemente, era de un color rojo fuego, intenso. Todos miraban el nuevo fruto, pero mi vista iba más allá de ello. Adentro del fruto la piel sangraba y a la vez me llamaba y me cantaba...Yo quede inmovilizado pero enamorado de ese tajo, de esa tierna herida que parecía mujer. No me anime a seguir su plegaria y huí del jardín, me atormentaba la seducción, la belleza de lo persuasivo, de lo minúsculo।Ese día jamás fui al jardín। Me quede como hombre serio, en penumbras, culpado de haberme negado a esa vida que me llamaba. Culpado de no entregarme al universo.